jueves, 13 de marzo de 2008

Abrigos de animales

¿Qué hay detrás de un abrigo de piel o de cuero?
A continuación lo veremos.


Información sacada de la página de AnimaNaturalis. Admiración total hacia todos ellos.

¡¡Estoy en contra de la industria peletera!!

Desde la prehistoria las pieles de animales han vestido al hombre, que entonces necesitaba cubrirse con ellas para sobrevivir a la hostilidad climática. Pero desde el procesamiento de otro tipo de fibras y el desarrollo de la industria textil, las pieles han pasado de ser una necesidad a considerarse como símbolo de status y de poder, que hoy en día está fuertemente cuestionada por ser cruel y suntuaria. Actualmente la industria peletera viste a las personas con pieles y cuero de diversos tipos de animales. Cuando hablamos de cuero, nos referimos a la epidermis del animal, tratada, curtida y teñida para fabricar ropas, zapatos y bolsos. Por su parte, las pieles son el cuero y el pelo de animales famosos por la belleza natural de su pelaje, con el que se fabrican abrigos, accesorios, bolsos, bufandas, tapados, cuellos, gorros, guantes, chaquetas, vestidos, bisutería (cinturones, collares, relojes), etc.

Anualmente, 60 millones de animales son asesinados por su piel: zorros, chinchillas, martas, visones, hurones, focas, cocodrilos, serpientes, corderos , castores, mapaches, conejos, armiños, canguros, lobos, linces, ocelotes, antílopes, perros y gatos (domésticos y silvestres), entre otros. Estos animales son criados en granjas o capturados directamente desde la naturaleza, sea a través de la caza (como la mundialmente conocida caza de focas realizada anualmente en Canadá) o la captura en trampas. Esta opción genera prendas mucho más caras, pues una pieza hecha con pieles de animales salvajes requiere de la muerte de más ejemplares para lograr un tono uniforme en las pieles. Aunque la caza y captura representa sólo el 5% de los animales de que se beneficia la industria, el restante 95% proviene de su crianza, manipulación y muerte en granjas peleteras, pues su "producción" es más barata y se optimiza su uso al ser sus pieles de un tono y calidad similar. Para hacerse una idea de la magnitud de estos números, podemos decir que para fabricar un solo abrigo de piel hacen falta: 20 focas bebé, 8 focas adultas, 17 linces, 6 leopardos, 15 ocelotes, 12 lobos, 60 visones, 60 martas, 20 zorros, 20 nutrias, 30 mapaches, 250 ardillas, 300 chinchillas o decenas de perros y gatos.

Puntualmente, España exporta las pieles producidas a países como Italia, Turquía, Francia y Portugal e importa pieles y cueros desde Italia, China, Egipto y Francia, Reino Unido, India y Brasil. Los "productos" que exporta son pieles curtidas, en bruto y prendas hechas de piel. Las granjas se sitúan en Galicia y Asturias, mientras que en Cataluña, Valencia, Murcia y Madrid se concentran los procesadores del cuero y los productores de prendas de pieles. En base a datos del año 2006, existen 34,9 millones de m2 de granjas peleteras que producen 947 millones de euros. Una de las pieles más rentables es la del visón (que reporta ganancias de 75 millones de euros al año) y el zorro (27 millones de euros al año). Los mayores productores mundiales de pieles (de granja) son, según la WSPA (World Society for the Protection of Animals): Dinamarca, con 10,9 millones de animales; Finlandia con 4,8 millones; Holanda con 2,8; Estados Unidos con 2,7 millones; Rusia con 2,6 y Suecia con 1,4 millones de animales.

¿Qué pasa con los animales en las granjas peleteras?

Como el 95% de la producción de pieles se hace en granjas peleteras, el mayor número de animales están concentrados dentro de sus paredes y jaulas, donde viven vidas miserables, encerrados y privados de sus instintos más fundamentales, para ser muertos cuando alcanzan el peso y talla adecuados.

En las granjas los animales viven enjaulados, confinados en un espacio minúsculo, separados de sus congéneres por rejas, y donde no pueden realizar actividades propias e instintivas de su especie (cavar hoyos en el suelo, trepar árboles, correr, cazar o recolectar, hacer vida social, etc.). Son alimentados con pienso especialmente diseñado para acelerar su crecimiento y mejorar las condiciones de su pelaje, son inmunizados contra enfermedades que se dan sólo cuando se aglomera indiscriminadamente tal cantidad de animales, y son manipulados genéticamente para criar individuos menos agresivos, o con pieles más uniformes. También son fuertemente medicados para prevenir enfermedades zoonóticas (que pueden transmitirse al ser humano) como la rabia, el parvovirus o la encefalopatía espongiforme (conocida como mal de las "vacas locas" pero que afecta no sólo al ganado vacuno sino a cualquier especie animal), tuberculosis, Escherichia coli, o trastornos septicémicos, febriles y gastroduodenales en el hombre, por contagio por secreciones, agua, alimentos, fecas o mordeduras de animales.

En estas condiciones, cuando alcanzan a vivir lo suficiente, los animales enloquecen por el sufrimiento físico y psíquico que les supone no poder vivir en libertad: se automutilan, las madres se comen a sus crías o abortan precozmente, desarrollan movimiento estereotípicos, etc.

El sacrificio es el punto final, también cruel y doloroso, para estas víctimas de la moda: son asfixiados con monóxido de carbono, desnucados, electrocutados por vía anal, bucal y vaginal, inyectados con hidrato de cloro o gaseados, de acuerdo a las características de cada especie. Los zorros por ejemplo, suelen ser electrocutados. Luego, los animales son despellejados y sus cuerpos molidos y vendidos para la producción de alimentación animal (pienso para animales domésticos, de granjas factoría, etc.)

Mención aparte merece la matanza de gatos y perros en China para comercializar y exportar su piel hacia Europa y el resto del mundo. Esa piel se utiliza en las mangas, cuellos o complementos de vestuario (gorras, bufandas, guantes, etc.) y en objetos como llaveros, juguetes para niños y para animales, muñecos y peluches (el típico "gato durmiendo en un cesto"), etc. Estos animales, según una reciente investigación encubierta de Care fot the Wild International reveló cómo son cruelmente asesinados y despellejados en China, quienes por vacíos legales y administrativos no vigilan las condiciones en que mueren los animales, mucho menos prohiben el fin de esta masacre, asi como tampoco regulan el etiquetado para su compraventa, por lo que entran impunemente al mercado internacional como chacal asiático, Gou-pee, Kou-pi, Gubi, lobo de China, lobo asiático, lommen wolf, zorro cosaco, piel especial, piel de cabra montesa, gato común, gato salvaje o Goyangi.

Las personas piensan que si las pieles son producidas "ecológicamente" son mejores e implican menos sufrimiento animal porque éstos no son atrapados en trampas ni cazados. Pero la vida de los animales que se crían en granjas no es una vida digna. Por más alimento y condiciones de "bienestar" que les de la industria, por más que "enriquezca" sus jaulas (poner juguetes o elementos que permitan su desarrollo y distracción psicomotora) los animales mantienen sus instintos naturales de libertad y siguen muriendo por enfermedades derivadas de su reclusión y confinamiento. Además enloquecen por la reducción de su espacio vital. Nuestra vanidad no puede justificar semejante nivel de tortura física y psicológica sobre animales inocentes. La tortura y la muerte de seres sintientes no puede, ni debe medirse con parámetros ecológicos. Digan lo que digan, con las pieles no hay excusas.

1 comentario:

astrid dijo...

como pueden ser tan crueles .pobrecitos es una pena muy grande. los paises del mundo deberian preocuparse del sufrimiento animal.
estoy en contra el maltrato animal